So when this corruptible shall have put on incorruption, and this mortal shall have put on immortality, then shall be brought to pass the saying that is written, Death is swallowed up in victory.
HabÃa en Maón un hombre que tenÃa sus posesiones en Carmel. El hombre era muy rico, pues tenÃa 3.000 ovejas y 1.000 cabras; y se hallaba esquilando sus ovejas en Carmel.
El hombre se llamaba Nabal, y su mujer se llamaba AbigaÃl. Ella era una mujer muy inteligente y bella, pero el hombre era brusco y de malas acciones. Él era del clan de Caleb.
David oyó en el desierto que Nabal estaba esquilando sus ovejas.
y decidle asÃ: "¡La paz sea contigo! ¡La paz sea con tu familia! ¡La paz sea con todo lo que tienes!
He sabido que estabas esquilando. Ahora bien, tus pastores han estado con nosotros, y nunca les hicimos daño, ni les ha faltado nada durante todo el tiempo que han estado en Carmel.
Pregunta a tus criados, y ellos te lo confirmarán. Por tanto, hallen gracia ante tus ojos estos mis jóvenes, porque venimos en un dÃa de fiesta. Por favor, da a tus siervos y a tu hijo David lo que tengas a mano."
Cuando llegaron los jóvenes de David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David, y se quedaron esperando.
a pesar de que esos hombres han sido muy buenos con nosotros. Nunca nos han hecho daño, ni nos ha faltado nada mientras hemos andado con ellos cuando estábamos en el campo.
Nos han servido como muro de dÃa y de noche, todos los dÃas que hemos estado apacentando las ovejas entre ellos.
Entonces AbigaÃl se apresuró y tomó 200 panes, 2 tinajas de vino, 5 ovejas ya preparadas, 5 medidas de grano tostado, 100 tortas de pasas y 200 panes de higos secos, y los cargó sobre unos asnos.
Luego dijo a sus criados: --Id delante de mÃ, y he aquà que yo voy tras vosotros. Pero nada reveló a su marido Nabal.
Y sucedió que cuando ella, montada sobre un asno, descendÃa por la parte opuesta de la colina, he aquà que David y sus hombres venÃan en dirección contraria. Y ella fue a encontrarles.
¡Asà haga Dios a los enemigos de David y aun les añada, si antes de la mañana dejo vivo a un solo hombre de todos los que le pertenecen!"
Cuando AbigaÃl vio a David, se apresuró y bajó del asno; y cayendo delante de David sobre su rostro, se postró en tierra.
Se echó a sus pies y le dijo: --¡Señor mÃo, sea la culpa sobre mÃ! Pero permite que tu sierva hable a tus oÃdos, y escucha las palabras de tu sierva.
Ahora pues, señor mÃo, vive Jehovah y vive tu alma, que Jehovah ha impedido que llegaras a derramar sangre y a vengarte por tu propia mano. Ahora, sean como Nabal tus enemigos y los que procuran el mal contra mi señor.
Te ruego que perdones la ofensa de tu sierva, pues de cierto Jehovah edificará una casa firme a mi señor, porque mi señor está dirigiendo las batallas de Jehovah. Que no sea hallado mal en ti en toda tu vida.
David dijo a AbigaÃl: --¡Bendito sea Jehovah Dios de Israel, que te envió hoy a mi encuentro!
Bendito sea tu buen juicio, y bendita seas tú, que hoy me has impedido ir a derramar sangre y a vengarme por mi propia mano.
No obstante, vive Jehovah Dios de Israel que me ha impedido hacerte daño; pues si no te hubieras apresurado a venir a mi encuentro, antes del amanecer no le habrÃa quedado a Nabal ni un solo hombre con vida.
David recibió de su mano lo que ella le habÃa traÃdo y le dijo: --Vuelve a tu casa en paz. Mira que he escuchado tu voz y que te he tratado con respeto.
Pero por la mañana, cuando a Nabal se le habÃa pasado el efecto del vino, su mujer le contó estas cosas. Entonces se le paralizó el corazón, y se quedó como una piedra.
Ella se levantó y se postró con el rostro a tierra, diciendo: --He aquà tu sierva, para que sea la sierva que lave los pies de los siervos de mi señor.
Entonces AbigaÃl se apresuró y levantándose montó sobre un asno; y con las cinco criadas que le atendÃan, siguió a los mensajeros de David. Y vino a ser su mujer.