Saúl habló a su hijo Jonatán y a todos sus servidores para dar muerte a David. Pero Jonatán hijo de Saúl amaba mucho a David.
Y Jonatán dio aviso a David, diciendo: --Mi padre Saúl procura matarte. Ahora, por favor, ten cuidado durante la mañana y escóndete en un lugar oculto.
Luego Saúl intentó clavar a David en la pared con la lanza, pero David esquivó a Saúl, quien golpeó la lanza contra la pared. Aquella noche David huyó y se escapó.
Saúl envió mensajeros a la casa de David para que lo vigilasen y le dieran muerte a la mañana siguiente. Pero Mical, su mujer, avisó a David diciendo: --Si no salvas tu vida esta noche, mañana estarás muerto.