Aconteció que mientras ellos volvÃan, cuando David regresaba de vencer al filisteo, las mujeres de todas las ciudades de Israel salieron para recibir al rey Saúl, cantando y danzando con gozo, al son de panderos y otros instrumentos musicales.
Y mientras danzaban, las mujeres cantaban y decÃan: "¡Saúl derrotó a sus miles! ¡Y David a sus diez miles!"
Saúl se enojó muchÃsimo. Estas palabras le desagradaron, y pensó: "A David le dan diez miles, y a mà me dan miles. ¡No le falta más que el reino!"
Desde aquel dÃa en adelante, Saúl miraba con sospecha a David.
Y cuando los servidores de Saúl declararon a David estas palabras, agradó a David el asunto de ser yerno del rey. Antes que se cumpliera el plazo,
David se levantó y partió con su gente. Mató a 200 hombres de los filisteos, llevó sus prepucios y los entregó todos al rey, para llegar a ser yerno del rey. Y Saúl le dio por mujer a su hija Mical.
Pero al ver y reconocer que Jehovah estaba con David y que Mical hija de Saúl le amaba,
Saúl temió aun más a David. Y Saúl fue hostil a David todos los dÃas.