But now thus saith the LORD that created thee, O Jacob, and he that formed thee, O Israel, Fear not: for I have redeemed thee, I have called thee by thy name; thou art mine.
Ellos cantan un himno nuevo delante del trono y en presencia de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podÃa aprender el himno, sino sólo los 144.000, quienes habÃan sido redimidos de la tierra.
Éstos son los que nunca se mancharon con mujeres, pues son vÃrgenes. Éstos son los que siguen al Cordero por dondequiera que vaya. Éstos fueron redimidos de entre los hombres, primicias para Dios y para el Cordero.
Y en sus bocas no se halló engaño; son sin mancha.
Vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, que tenÃa el evangelio eterno para predicarlo a los que habitan en la tierra: a toda nación y raza y lengua y pueblo.
DecÃa a gran voz: "¡Temed a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio! Adorad al que hizo los cielos y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas."
Y siguió otro ángel, un segundo, diciendo: "¡Ha caÃdo, ha caÃdo Babilonia la grande! Todas las naciones habÃan bebido del vino de la furia de su inmoralidad."
Y siguió otro ángel, un tercero, diciendo a gran voz: "¡Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe su marca en la frente o en la mano,
El humo del tormento de ellos sube para siempre jamás. Y no tienen descanso ni de dÃa ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni cualquiera que recibe la marca de su nombre.
¡Aquà está la perseverancia de los santos, quienes guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús!"
Y oà una voz del cielo que decÃa: "Escribe: ¡Bienaventurados los muertos que de aquà en adelante mueren en el Señor!" "SÃ," dice el EspÃritu, "para que descansen de sus arduos trabajos; pues sus obras les seguirán."
Y otro ángel salió del templo, gritando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: "¡Mete tu hoz y siega! Porque ha llegado la hora de segar, porque la mies de la tierra está madura."
Y el que estaba sentado sobre la nube lanzó su hoz sobre la tierra, y la tierra fue segada.
Y salió del altar otro ángel que tenÃa poder sobre el fuego. Y llamó a gran voz al que tenÃa la hoz afilada, diciendo: "¡Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque las uvas están maduras!"
Entonces el ángel lanzó su hoz afilada en la tierra, y vendimió la viña de la tierra. Echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios.
Y el lagar fue pisado fuera de la ciudad, y salió sangre del lagar hasta la altura de los frenos de los caballos, a lo largo de 1.600 estadios.