Yo y toda la gente que está conmigo nos acercaremos a la ciudad. Y sucederá que cuando salgan contra nosotros como la primera vez, huiremos delante de ellos.
Saldrán tras nosotros hasta que los hayamos alejado de la ciudad, porque dirán: "Huyen de nosotros como la primera vez." Huiremos, pues, delante de ellos,
Los hombres de Hai volvieron el rostro, y al mirar, he aquà que el humo de la ciudad subÃa al cielo. Pero no les fue posible huir ni a un lado ni a otro, porque el pueblo que iba hacia el desierto se volvió contra los que lo perseguÃan.
Los otros salieron de la ciudad a su encuentro. Asà estuvieron en medio de Israel, los unos por un lado y los otros por el otro. Los mataron hasta que no quedó ni un sobreviviente ni un fugitivo.
Sucedió que cuando los israelitas acabaron de matar a todos los habitantes de Hai en el campo, en el desierto donde ellos los habÃan perseguido, y cuando todos habÃan caÃdo a filo de espada hasta ser exterminados, todos los israelitas se volvieron a Hai y mataron a todos a espada.
El número de los que cayeron aquel dÃa, entre hombres y mujeres, fue de 12.000, todos los de Hai.