Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
La segunda suerte tocó a Simeón, a la tribu de los hijos de Simeón, según sus clanes. Y su heredad estaba dentro del territorio de los hijos de Judá.
Y les tocó como heredad: Beerseba, Seba, Molada,
Hazar-sual, Bala, Ezem,
Eltolad, Betul, Horma,
Siclag, Bet-hamarcabot, Hazar-susa,
Bet-lebaot y Sarujen; trece ciudades con sus aldeas.
Aco, Afec y Rejob; veintidós ciudades con sus aldeas.
Estas ciudades con sus aldeas eran la heredad de la tribu de los hijos de Aser, según sus clanes.
La sexta suerte tocó a los hijos de NeftalÃ; a los hijos de NeftalÃ, según sus clanes.
Su frontera partÃa desde Helef y desde la encina de Zaananim, y desde Adami-nequeb y Jabneel hasta Lacum, y terminaba en el Jordán.
Luego la frontera volvÃa al oeste hasta Aznot-tabor. De allà pasaba a Hucoc, y limitaba con Zabulón por el sur, con Aser por el oeste, y con el Jordán, por donde nace el sol.
El territorio de su heredad abarcaba Zora, Estaol, Ir-semes,
SaalbÃn, Ajalón, Jetla,
Elón, Timnat, Ecrón,
Elteque, Gibetón, Baalat,
Jehud, Benei-berac, Gat-rimón.
Mei-hayarcón y Racón, con la región que está enfrente de Jope.
Pero faltó territorio a los hijos de Dan. Por eso, los hijos de Dan subieron y combatieron contra Lesem. Ellos la ocuparon e hirieron a filo de espada; tomaron posesión de ella y habitaron allÃ. Y a Lesem la llamaron Dan, según el nombre de su padre Dan.
Estas ciudades con sus aldeas eran la heredad de la tribu de los hijos de Dan, según sus clanes.