Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros y no la forma misma de estas realidades, nunca puede, por medio de los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente de año en año, hacer perfectos a los que se acercan.
De otra manera, ¿no habrÃan dejado de ser ofrecidos? Porque los que ofrecen este culto, una vez purificados, ya no tendrÃan más conciencia de pecado.
Sin embargo, cada año se hace memoria del pecado con estos sacrificios,
porque la sangre de los toros y de los machos cabrÃos no puede quitar los pecados.
Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron;
entonces dije: "¡Heme aquà para hacer, oh Dios, tu voluntad!" como en el rollo del libro está escrito de mÃ.
Habiendo dicho arriba: Sacrificios, ofrendas y holocaustos por el pecado no quisiste ni te agradaron (cosas que se ofrecen según la ley),
luego dijo: ¡Heme aquà para hacer tu voluntad! Él quita lo primero para establecer lo segundo.
Es en esa voluntad que somos santificados, mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
Todo sacerdote se ha presentado, dÃa tras dÃa, para servir en el culto y ofrecer muchas veces los mismos sacrificios que nunca pueden quitar los pecados.
¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha considerado de poca importancia la sangre del pacto por la cual fue santificado y que ha ultrajado al EspÃritu de gracia?
Por una parte, fuisteis hechos espectáculo público con reproches y tribulaciones. Por otra parte, fuisteis hechos compañeros de los que han estado en tal situación.