Cuando digan: "Paz y seguridad", entonces vendrá la destrucción de repente sobre ellos, como vienen los dolores sobre la mujer que da a luz; y de ninguna manera escaparán.
Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, como para que aquel dÃa os sorprenda como un ladrón.
Todos vosotros sois hijos de luz e hijos del dÃa. No somos hijos de la noche ni de las tinieblas.
Por tanto, no durmamos como los demás, sino vigilemos y seamos sobrios;
porque los que duermen, de noche duermen; y los que se emborrachan, de noche se emborrachan.
Pero nosotros que somos del dÃa seamos sobrios, vestidos de la coraza de la fe y del amor, y con el casco de la esperanza de la salvación.
Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; que todo vuestro ser--tanto espÃritu, como alma y cuerpo-- sea guardado sin mancha en la venida de nuestro Señor Jesucristo.