Él dijo: "Jehovah vino de Sinaà y de SeÃr les resplandeció. Apareció desde los montes de Parán y vino con mirÃadas de santos, y a su diestra fuego refulgente.
Dijo acerca de LevÃ: "Dale a Levà tu Tumim y tu Urim a tu hombre piadoso al cual probaste en Masá, y con quien contendiste en las aguas de Meriba.
El que dijo de su padre y de su madre: 'No los conozco.' No reconoció a sus hermanos, ni conoció a sus propios hijos. Pues ellos guardaron tu palabra y observaron tu pacto.
Ellos enseñarán tus juicios a Jacob, y tu ley a Israel. Pondrán delante de ti el incienso y sobre tu altar la ofrenda del todo quemada.
¡Bendice, oh Jehovah, lo que ellos hagan! ¡Recibe con agrado la obra de sus manos! Hiere las espaldas de sus enemigos y de los que le aborrecen, de modo que no se levanten."
Convocarán a los pueblos al monte, y allà ofrecerán sacrificios de justicia. Porque absorberán la abundancia de los mares, y los tesoros escondidos de la arena."
Dijo acerca de Gad: "¡Bendito el que hizo ensanchar a Gad! Como león habita, y arrebata el brazo y aun la coronilla.
Escogió lo mejor de la tierra para sÃ, pues allà estaba la parte del legislador. Cuando se congregaron los jefes del pueblo, realizó la justicia de Jehovah, sus juicios acerca de Israel."
Dijo acerca de Dan: "Dan es un cachorro de león que salta desde Basán."
Dijo acerca de NeftalÃ: "NeftalÃ, satisfecho con favores y lleno de las bendiciones de Jehovah, posee la región del mar y del sur."
Dijo acerca de Aser: "¡Bendito más que los hijos sea Aser! Sea querido por sus hermanos y moje su pie en aceite.
De hierro y bronce sean tus cerrojos, y tu fuerza sea como tus dÃas."
"¡No hay como el Dios de Jesurún! Él cabalga sobre los cielos en tu ayuda, y sobre las nubes en su majestad.
El eterno Dios es tu refugio, y abajo están los brazos eternos. Él echará de delante de ti al enemigo, diciendo: '¡Destruye!'