Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos: sesenta ciudades, toda la tierra de Argob del reino de Og en Basán.
Todas estas ciudades estaban fortificadas con altas murallas, con puertas y cerrojos, sin contar las muchÃsimas aldeas sin muros.
Como hicimos con Sejón rey de Hesbón, destruimos por completo en toda ciudad a los hombres, a las mujeres y a los niños.
Sólo tomamos para nosotros todos los animales y el botÃn de las ciudades.
"En aquel tiempo tomamos la tierra desde el rÃo Arnón hasta el monte Hermón, de mano de los dos reyes amorreos que estaban establecidos al otro lado del Jordán.
(Al Hermón los sidonios lo llaman Sirión, y los amorreos lo llaman Senir.)
Tomamos todas las ciudades de la meseta, todo Galaad y todo Basán hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán.
"Sólo Og, rey de Basán, habÃa quedado del resto de los refaÃtas. He aquà su cama, que era de hierro, ¿acaso no está en Rabá de los hijos de Amón? Ella tiene 9 codos de largo por 4 codos de ancho, conforme al codo de un hombre.
"Esta tierra con sus ciudades que heredamos en ese tiempo desde Aroer en el rÃo Arnón, hasta la mitad de la región montañosa de Galaad, se la di a los rubenitas y a los gaditas.
Y a los rubenitas y a los gaditas les di desde Galaad hasta el rÃo Arnón, el medio del rÃo como frontera, y hasta el Jaboc, el rÃo que marca la frontera de los hijos de Amón.