Pero subà de acuerdo con una revelación y les expuse el evangelio que estoy proclamando entre los gentiles. Esto lo hice en privado ante los de reputación, para asegurarme de que no corro ni he corrido en vano.
Sin embargo, ni siquiera Tito quien estaba conmigo, siendo griego, fue obligado a circuncidarse,
a pesar de los falsos hermanos quienes se infiltraron secretamente para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de reducirnos a esclavitud.
Ni por un momento cedimos en sumisión a ellos, para que la verdad del evangelio permaneciese a vuestro favor.
Porque mediante la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios.
Con Cristo he sido juntamente crucificado; y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mÃ. Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sà mismo por mÃ.
No desecho la gracia de Dios; porque si la justicia fuese por medio de la ley, entonces por demás murió Cristo.