Pues con gusto toleráis a los locos, siendo vosotros sensatos.
Porque lo toleráis si alguien os esclaviza, si alguien os devora, si alguien se aprovecha de vosotros, si alguien se ensalza, si alguien os hiere en la cara...
¿Son ministros de Cristo? (Hablo como delirando.) ¡Yo más! En trabajos arduos, más; en cárceles, más; en azotes, sin medida; en peligros de muerte, muchas veces.
Cinco veces he recibido de los judÃos cuarenta azotes menos uno;
tres veces he sido flagelado con varas; una vez he sido apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un dÃa he estado en lo profundo del mar.
Muchas veces he estado en viajes a pie, en peligros de rÃos, en peligros de asaltantes, en peligros de los de mi nación, en peligros de los gentiles, en peligros en la ciudad, en peligros en el desierto, en peligros en el mar, en peligros entre falsos hermanos;
en trabajo arduo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frÃo y en desnudez.
Y encima de todo, lo que se agolpa sobre mà cada dÃa: la preocupación por todas las iglesias.