Porque no hay distinción entre judÃo y griego, pues el mismo que es Señor de todos es rico para con todos los que le invocan.
Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo.
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creÃdo? ¿Y cómo creerán a aquel de quien no han oÃdo? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
¿Y cómo predicarán sin que sean enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de las cosas buenas!