Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
Y gran temor sobrevino a la iglesia entera y a todos los que oÃan de estas cosas.
Por las manos de los apóstoles se hacÃan muchos milagros y prodigios entre el pueblo, y estaban todos de un solo ánimo en el pórtico de Salomón.
Pero ninguno de los demás se atrevÃa a juntarse con ellos, aunque el pueblo les tenÃa en gran estima.
Los que creÃan en el Señor aumentaban cada vez más, gran número asà de hombres como de mujeres;
de modo que hasta sacaban los enfermos a las calles y los ponÃan en camillas y colchonetas, para que cuando Pedro pasara, por lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos.
Los que escuchaban se enfurecÃan y deseaban matarles.
Entonces se levantó en el SanedrÃn cierto fariseo llamado Gamaliel, maestro de la ley, honrado por todo el pueblo, y mandó que sacasen a los hombres por un momento.
Entonces les dijo: --Hombres de Israel, cuidaos vosotros de lo que vais a hacer a estos hombres.
Por lo tanto, ellos partieron de la presencia del SanedrÃn, regocijándose porque habÃan sido considerados dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.
Y todos los dÃas, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y anunciar la buena nueva de que Jesús es el Cristo.