Pero para no molestarte más largamente, te ruego que nos escuches brevemente, conforme a tu equidad.
Porque hemos hallado que este hombre es una plaga, y es promotor de sediciones entre los judÃos de todo el mundo y cabecilla de la secta de los nazarenos.
No me hallaron disputando con nadie en el templo, ni provocando tumultos del pueblo, ni en las sinagogas ni en la ciudad.
Tampoco pueden ellos comprobarte las cosas de las que ahora me acusan.
Sin embargo, te confieso esto: que sirvo al Dios de mis padres conforme al Camino que ellos llaman secta, creyendo todo lo que está escrito en la Ley y en los Profetas.