Porque la promesa es para vosotros, para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para todos cuantos el Señor nuestro Dios llame.
Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba diciendo: --¡Sed salvos de esta perversa generación!
Asà que los que recibieron su palabra fueron bautizados, y fueron añadidas en aquel dÃa como tres mil personas.
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Entonces caÃa temor sobre toda persona, pues se hacÃan muchos milagros y señales por medio de los apóstoles.
Y todos los que creÃan se reunÃan y tenÃan todas las cosas en común.
VendÃan sus posesiones y bienes, y los repartÃan a todos, a cada uno según tenÃa necesidad.
Ellos perseveraban unánimes en el templo dÃa tras dÃa, y partiendo el pan casa por casa, participaban de la comida con alegrÃa y con sencillez de corazón,
alabando a Dios y teniendo el favor de todo el pueblo. Y el Señor añadÃa diariamente a su número los que habÃan de ser salvos.