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Verse of the Day

If ye then be risen with Christ, seek those things which are above, where Christ sitteth on the right hand of God.

Colossians: 3:1

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Hechos : 15

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Entonces algunos que vinieron de Judea enseÃ±aban a los hermanos: "Si no os circuncidÃ¡is de acuerdo con el rito de MoisÃ©s, no podÃ©is ser salvos."

Puesto que surgiÃ³ una contienda y discusiÃ³n no pequeÃ±a por parte de Pablo y BernabÃ© contra ellos, los hermanos determinaron que Pablo, BernabÃ© y algunos otros de ellos subieran a JerusalÃ©n a los apÃ³stoles y ancianos para tratar esta cuestiÃ³n.

Entonces los que habÃan sido enviados por la iglesia pasaban por Fenicia y Samaria, contando de la conversiÃ³n de los gentiles; y daban gran gozo a todos los hermanos.

Una vez llegados a JerusalÃ©n, fueron recibidos por la iglesia y por los apÃ³stoles, y les refirieron todas las cosas que Dios habÃa hecho con ellos.

Pero algunos de la secta de los fariseos que habÃan creÃdo se levantaron diciendo: --Es necesario circuncidarlos y mandarles que guarden la ley de MoisÃ©s.

Entonces se reunieron los apÃ³stoles y los ancianos para considerar este asunto.

Como se produjo una grande contienda, se levantÃ³ Pedro y les dijo: --Hermanos, vosotros sabÃ©is como, desde los primeros dÃas, Dios escogiÃ³ entre vosotros que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen.

Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio a favor de ellos al darles el EspÃritu Santo igual que a nosotros,

y no hizo ninguna diferencia entre nosotros y ellos, ya que purificÃ³ por la fe sus corazones.

Ahora pues, Â¿por quÃ© ponÃ©is a prueba a Dios, colocando sobre el cuello de los discÃpulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?

MÃ¡s bien, nosotros creemos que somos salvos por la gracia del SeÃ±or JesÃºs, del mismo modo que ellos.

Entonces toda la asamblea guardÃ³ silencio. Y escuchaban a BernabÃ© y a Pablo, mientras contaban cuÃ¡ntas seÃ±ales y maravillas Dios habÃa hecho por medio de ellos entre los gentiles.

Cuando terminaron de hablar, Jacobo respondiÃ³ diciendo: --Hermanos, oÃdme:

SimÃ³n ha contado cÃ³mo Dios visitÃ³ por primera vez a los gentiles para tomar de entre ellos un pueblo para su nombre.

Con esto concuerdan las palabras de los profetas, como estÃ¡ escrito:

"DespuÃ©s de esto volverÃ© y reconstruirÃ© el tabernÃ¡culo de David, que estÃ¡ caÃdo. ReconstruirÃ© sus ruinas y lo volverÃ© a levantar,

para que el resto de los hombres busque al SeÃ±or, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre,"

dice el SeÃ±or que hace estas cosas, que son conocidas desde la eternidad.

Por lo cual yo juzgo que no hay que inquietar a los gentiles que se convierten a Dios,

sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los Ãdolos, de fornicaciÃ³n, de lo estrangulado y de sangre.

Porque desde tiempos antiguos MoisÃ©s tiene en cada ciudad quienes le prediquen en las sinagogas, donde es leÃdo cada sÃ¡bado.

Entonces pareciÃ³ bien a los apÃ³stoles y a los ancianos con toda la iglesia que enviaran a unos hombres elegidos de entre ellos, a AntioquÃa con Pablo y BernabÃ©: a Judas que tenÃa por sobrenombre BarsabÃ¡s, y a Silas, quienes eran hombres prominentes entre los hermanos.

Por medio de ellos escribieron: Los apÃ³stoles, los ancianos y los hermanos, a los hermanos gentiles que estÃ¡n en AntioquÃa, Siria y Cilicia. Saludos.

Por cuanto hemos oÃdo que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos instrucciones, os han molestado con palabras, trastornando vuestras almas,

de comÃºn acuerdo nos ha parecido bien elegir unos hombres y enviarlos a vosotros con nuestros amados BernabÃ© y Pablo,

hombres que han arriesgado sus vidas por el nombre de nuestro SeÃ±or Jesucristo.

Porque ha parecido bien al EspÃritu Santo y a nosotros no imponeros ninguna carga mÃ¡s que estas cosas necesarias:

que os abstengÃ¡is de cosas sacrificadas a los Ãdolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicaciÃ³n. Si os guardÃ¡is de tales cosas, harÃ©is bien. Que os vaya bien.

Entonces, una vez despedidos, ellos descendieron a AntioquÃa; y cuando habÃan reunido a la asamblea, entregaron la carta.

Al leerla, se regocijaron a causa de esta palabra alentadora.

DespuÃ©s de pasar allÃ algÃºn tiempo, fueron despedidos en paz por los hermanos para volver a los que los habÃan enviado.

Pero a Silas le pareciÃ³ bien quedarse allÃ.

Pero Pablo y BernabÃ© se quedaron en AntioquÃa, enseÃ±ando la palabra del SeÃ±or y anunciando el evangelio con muchos otros.

DespuÃ©s de algunos dÃas, Pablo dijo a BernabÃ©: "Volvamos ya a visitar a los hermanos en todas las ciudades en las cuales hemos anunciado la palabra del SeÃ±or, para ver cÃ³mo estÃ¡n."

pero a Pablo le parecÃa bien no llevar consigo a quien se habÃa apartado de ellos desde Panfilia y que no habÃa ido con ellos a la obra.

y Pablo escogiÃ³ a Silas y saliÃ³ encomendado por los hermanos a la gracia del SeÃ±or.

Luego recorrÃa Siria y Cilicia, fortaleciendo a las iglesias.

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