Él nos contó cómo habÃa visto en su casa un ángel que se puso de pie y le dijo: "EnvÃa a Jope y haz venir a Simón, que tiene por sobrenombre Pedro.
Él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa."
Entre tanto, los que habÃan sido esparcidos a causa de la tribulación que sobrevino en tiempos de Esteban fueron hasta Fenicia, Chipre y AntioquÃa, sin comunicar la palabra a nadie, excepto sólo a los judÃos.
Pero entre ellos habÃa unos hombres de Chipre y de Cirene, quienes entraron en AntioquÃa y hablaron a los griegos anunciándoles las buenas nuevas de que Jesús es el Señor.
La mano del Señor estaba con ellos, y un gran número que creyó se convirtió al Señor.
Y sucedió que se reunieron todo un año con la iglesia y enseñaron a mucha gente. Y los discÃpulos fueron llamados cristianos por primera vez en AntioquÃa.
Y se levantó uno de ellos, que se llamaba Agabo, y dio a entender por el EspÃritu que iba a ocurrir una gran hambre en toda la tierra habitada. (Esto sucedió en tiempos de Claudio.)
Entonces los discÃpulos, cada uno conforme a lo que tenÃa, determinaron enviar una ofrenda para ministrar a los hermanos que habitaban en Judea.