Esto ocurrió tres veces, y de repente el objeto fue elevado al cielo.
Mientras Pedro estaba perplejo dentro de sà acerca de lo que pudiera ser la visión que habÃa visto, he aquà los hombres enviados por Cornelio, habiendo preguntado por la casa de Simón, llegaron a la puerta.
Entonces llamaron y preguntaron si un Simón que tenÃa por sobrenombre Pedro se hospedaba allÃ.
Como Pedro seguÃa meditando en la visión, el EspÃritu le dijo: "He aquÃ, tres hombres te buscan.
Levántate, pues, y baja. No dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado."
Ellos dijeron: --Cornelio, un centurión, hombre justo y temeroso de Dios, como bien lo testifica toda la nación de los judÃos, ha recibido instrucciones en una revelación por medio de un santo ángel, para hacerte venir a su casa y oÃr tus palabras.
Entonces dijo Cornelio: --Hace cuatro dÃas como a esta hora, la hora novena, yo estaba orando en mi casa. Y he aquÃ, un hombre en vestiduras resplandecientes se puso de pie delante de mÃ
y dijo: "Cornelio, tu oración ha sido atendida, y tus obras de misericordia han sido recordadas ante la presencia de Dios.
EnvÃa, por tanto, a Jope y haz venir a Simón, que tiene por sobrenombre Pedro. Él está alojado en casa de Simón el curtidor, junto al mar."
pues les oÃan hablar en lenguas y glorificar a Dios.
Entonces Pedro respondió: --¿Acaso puede alguno negar el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el EspÃritu Santo, igual que nosotros?
Y les mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le rogaron que se quedara por algunos dÃas.