But now thus saith the LORD that created thee, O Jacob, and he that formed thee, O Israel, Fear not: for I have redeemed thee, I have called thee by thy name; thou art mine.
Habiendo entrado en la barca, Jesús pasó a la otra orilla y llegó a su propia ciudad.
Entonces le trajeron un paralÃtico tendido sobre una camilla. Y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralÃtico: --Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
He aquÃ, algunos de los escribas dijeron entre sÃ: --¡Éste blasfema!
Pero para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad para perdonar pecados en la tierra, --entonces dijo al paralÃtico--: ¡Levántate; toma tu camilla y vete a tu casa!
Y se levantó y se fue a su casa.
Cuando las multitudes vieron esto, temieron y glorificaron a Dios, quien habÃa dado semejante autoridad a los hombres.
Sucedió que, estando Jesús sentado a la mesa en casa, he aquà muchos publicanos y pecadores que habÃan venido estaban sentados a la mesa con Jesús y sus discÃpulos.
Jesús les dijo: --¿Pueden tener luto los que están de bodas mientras el novio está con ellos? Pero vendrán dÃas cuando el novio les será quitado, y entonces ayunarán.
Nadie pone parche de tela nueva en vestido viejo, porque el parche tira del vestido y la rotura se hace peor.
Tampoco echan vino nuevo en odres viejos, porque los odres se rompen, el vino se derrama, y los odres se echan a perder. Más bien, echan vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan.
Y tan pronto fue echado fuera el demonio, el mudo habló. Y las multitudes se maravillaban diciendo: --¡Nunca se ha visto semejante cosa en Israel!
Pero los fariseos decÃan: --Por el prÃncipe de los demonios echa fuera los demonios.
Jesús recorrÃa todas las ciudades y las aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia.
Y cuando vio las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban acosadas y desamparadas como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discÃpulos: "A la verdad, la mies es mucha, pero los obreros son pocos.
Rogad, pues, al Señor de la mies, que envÃe obreros a su mies."