y le dijo: --¿Eres tú aquel que ha de venir, o esperaremos a otro?
Y respondiendo Jesús les dijo: --Id y haced saber a Juan las cosas que oÃs y veis:
Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son hechos limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres se les anuncia el evangelio.
diciendo: 'Os tocamos la flauta, y no bailasteis; entonamos canciones de duelo y no lamentasteis.'
Porque vino Juan, que no comÃa ni bebÃa, y dicen: 'Tiene demonio.'
Y vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: 'He aquà un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.' Pero la sabidurÃa es justificada por sus hechos."
Entonces comenzó a reprender a las ciudades en las cuales se realizaron muchos de sus hechos poderosos, porque no se habÃan arrepentido:
"¡Ay de ti, CorazÃn! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si se hubieran realizado en Tiro y en Sidón los hechos poderosos que se realizaron en vosotras, ya hace tiempo se habrÃan arrepentido en saco y ceniza.
Pero os digo que en el dÃa del juicio el castigo para Tiro y Sidón será más tolerable que para vosotras.
"Y tú, Capernaúm, ¿serás exaltada hasta el cielo? ¡Hasta el Hades serás hundida! Porque si entre los de Sodoma se hubieran realizado los hechos poderosos que se realizaron en ti, habrÃan permanecido hasta hoy.
Pero os digo que en el dÃa del juicio el castigo será más tolerable para la tierra de Sodoma, que para ti."
En aquel tiempo Jesús respondió y dijo: "Te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños.
SÃ, Padre, porque asà te agradó.
"Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre. Nadie conoce bien al Hijo, sino el Padre. Nadie conoce bien al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.