Se oye un gemido de pastores, porque su esplendor es desolado. Se oye el rugido de los cachorros de león, porque la espesura del Jordán es destruida.
Asà ha dicho Jehovah mi Dios: "Apacienta las ovejas destinadas al matadero,
a las cuales matan los que las compran y no se sienten culpables. El que las vende piensa: '¡Bendito sea Jehovah, porque me he enriquecido!' Ni sus pastores tienen lástima de ellas.
Entonces Jehovah me dijo: "Toma además la bolsa de un pastor insensato,
porque he aquà yo levanto en la tierra a un pastor que no atenderá a la descarriada, ni buscará a la perdida, ni curará a la perniquebrada. No mantendrá a la que está en pie, sino que se comerá la carne de la engordada y romperá sus pezuñas.