He aquà que levanto a los caldeos, pueblo furioso e impetuoso que marcha por la anchura de la tierra, para tomar posesión de los lugares habitados que no le pertenecen.
Será temible y terrible. De sà mismo derivará su derecho y su dignidad.
Sus caballos serán más veloces que leopardos y más ágiles que lobos vespertinos. Sus jinetes se dispersarán haciendo cabriolas. Vendrán de lejos, volarán como águilas que se apresuran a devorar.
Todo este pueblo vendrá para hacer violencia. Todos sus rostros se dirigen hacia adelante, y reunirán cautivos como arena.
Se mofará de los reyes y hará burla de los prÃncipes. Se burlará de toda fortificación; levantará terraplenes y la tomará.
Entonces su espÃritu pasará y se acabará; devolverá a su dios esta su fuerza.
--¿Acaso no eres tú desde el principio, oh Jehovah, Dios mÃo y Santo mÃo? ¡No moriremos! Oh Jehovah, para juicio pusiste a los caldeos; tú, oh Roca, los has establecido para castigar.