El piadoso ha desaparecido de la tierra; no hay ni uno que sea recto entre los hombres. Cada cual acecha la vida; cada cual caza a su prójimo con una red.
Han adiestrado sus manos para hacer el mal: El gobernante exige, el juez juzga por soborno y el poderoso habla según el antojo de su alma; y asà lo retuercen.
El mejor de ellos es como la espina; el más correcto de ellos es como zarzal. ¡Ay de tus centinelas, pues tu castigo ha venido! ¡Ahora será su confusión!
Mi enemiga lo verá, y la que me decÃa: "¿Dónde está tu Dios?" se cubrirá de vergüenza. Y mis ojos la verán. ¡Ahora será pisoteada como el lodo de la calle!
Viene el dÃa en que se edificarán tus muros. En aquel dÃa se ampliarán tus lÃmites;
en aquel dÃa vendrán a ti desde Asiria y las ciudades de Egipto y desde Egipto hasta el RÃo, de mar a mar y de montaña a montaña.
Y la tierra llegará a ser una desolación por causa de sus moradores, como fruto de sus obras.
Apacienta a tu pueblo con tu cayado, al rebaño de tu posesión que habita solitario en medio del bosque del Carmelo. Apacentarán sus rebaños en Basán y en Galaad, como en los tiempos antiguos.
Las naciones lo verán, y quedarán confundidas a causa de todo el poder de ellos. Se pondrán la mano sobre la boca, y sus oÃdos se ensordecerán.
Lamerán el polvo como la culebra, como los reptiles de la tierra. Saldrán temblando desde sus encierros; tendrán pánico de Jehovah nuestro Dios y tendrán miedo de ti.