But now thus saith the LORD that created thee, O Jacob, and he that formed thee, O Israel, Fear not: for I have redeemed thee, I have called thee by thy name; thou art mine.
Entonces Jehovah dispuso que creciera una planta de ricino, para que hiciese sombra sobre la cabeza de Jonás para protegerle de la insolación. Y Jonás se alegró muchÃsimo por el ricino.
Y aconteció que al salir el sol, Dios dispuso un sofocante viento oriental, y el sol hirió la cabeza de Jonás, de modo que se desmayaba y anhelaba morirse. Y dijo: --¡Mejor serÃa mi muerte que mi vida!
Entonces Dios dijo a Jonás: --¿Te parece bien enojarte por lo de la planta de ricino? Él respondió: --¡Me parece bien enojarme, hasta la muerte!
Y Jehovah le dijo: --Tú te preocupas por la planta de ricino, por la cual no trabajaste ni la hiciste crecer, que en una noche llegó a existir y en una noche pereció.
¿Y no he de preocuparme yo por NÃnive, aquella gran ciudad, donde hay más de 120.000 personas que no distinguen su mano derecha de su mano izquierda, y muchos animales?