"Oh hijo de hombre, entona un lamento por el faraón, rey de Egipto, y dile: "'Has llegado a ser semejante a un león de las naciones. Tú eres como el monstruo de los mares; irrumpes en tus rÃos, agitas las aguas con tus pies y enlodas sus corrientes.
"'Cuando yo convierta en desolación la tierra de Egipto y la tierra sea vaciada de su plenitud, cuando yo haga morir a todos los que habitan en ella, sabrán que yo soy Jehovah.'
"Éste es un lamento, y lo entonarán. Las hijas de las naciones lo entonarán. Por Egipto y por toda su multitud lo entonarán", dice el Señor Jehovah.
Aconteció en el dÃa 15 del mes primero del año 12 que vino a mà la palabra de Jehovah, diciendo:
"Allà está Asiria y toda su multitud alrededor de sus sepulcros. Todos ellos cayeron muertos a espada.
Sus sepulcros han sido puestos en los lugares más profundos de la fosa, y su multitud yace alrededor de su sepulcro. Todos ellos, los que impusieron su terror en la tierra de los vivientes, han caÃdo muertos a espada.
"Allà está Elam, con toda su multitud alrededor de su sepulcro. Todos ellos cayeron muertos a espada y han descendido incircuncisos a las partes más bajas de la tierra, porque impusieron su terror en la tierra de los vivientes. Cargan con su afrenta, junto con los que descienden a la fosa.
En medio de los muertos le tendieron su lecho, y toda su multitud está alrededor de su sepulcro, todos incircuncisos, muertos a espada; porque impusieron su terror en la tierra de los vivientes. Cargan con su afrenta, junto con los que descienden a la fosa. Fue puesto en medio de los muertos.
"Allà están Mesec y Tubal, con toda su multitud alrededor de sus sepulcros, todos ellos incircuncisos, muertos a espada; porque impusieron su terror en la tierra de los vivientes.
No yacen con los valientes que cayeron, de entre los incircuncisos, los cuales descendieron al Seol con sus armas de guerra; cuyas espadas fueron puestas debajo de sus cabezas, y cuyos pecados quedaron puestos sobre sus huesos; porque impusieron su terror sobre los valientes en la tierra de los vivientes.
Tú, pues, serás quebrantado entre los incircuncisos, yacerás con los muertos a espada.
"Allà está Edom con sus reyes y todos sus dirigentes que en su poderÃo fueron puestos junto con los muertos a espada. Ellos yacen con los incircuncisos y con los que descienden a la fosa.
"Allà están los prÃncipes del norte, todos ellos, y todos los de Sidón, quienes a pesar del terror causado por su poderÃo, yacen avergonzados, incircuncisos, junto con los muertos a espada. Y cargan con su afrenta, junto con los que descienden a la fosa.