Con los cascos de sus caballos atropellará todas tus calles. A tu gente matará a espada, y tirará por tierra los monumentos de tu poderÃo.
Tomarán tus riquezas como botÃn y saquearán tus mercaderÃas. Destruirán tus muros y demolerán tus lujosas casas. Y tus piedras, tu madera y tus escombros los arrojarán en medio de las aguas.
Asà ha dicho el Señor Jehovah a Tiro: "¿Acaso no temblarán las costas a causa del estruendo de tu caÃda, cuando giman los heridos, cuando se lleve a cabo la matanza en medio de ti?
Entonces todos los prÃncipes del mar descenderán de sus tronos, se quitarán sus mantos y se despojarán de sus ropas bordadas. Se vestirán de estremecimiento y se sentarán sobre la tierra, temblando a cada instante. Estarán atónitos a causa de ti.
Entonarán un lamento por ti y te dirán: '¡Cómo has perecido, oh ciudad alabada, que fuiste poblada por gente de mar! 'Era poderosa en el mar, ella y sus moradores. Ellos impusieron su terror sobre todos sus habitantes.
'Ahora tiemblan las costas por el dÃa de tu caÃda. Las costas del mar se espantan a causa de tu final!'"