Entonces vino a mà la palabra de Jehovah, diciendo:
"Tú, oh hijo de hombre, ¿juzgarás a la ciudad derramadora de sangre? ¿La juzgarás? ¿Le mostrarás todas sus abominaciones?
Tú, pues, dirás que asà ha dicho el Señor Jehovah: '¡Ciudad que derrama sangre en medio de sÃ, para que venga su hora, y que se ha hecho Ãdolos para contaminarse!
Menosprecias mis cosas sagradas y profanas mis sábados.
En ti hay calumniadores listos a derramar sangre; en ti están los que comen sobre los montes. En medio de ti cometen infamia:
En ti descubren la desnudez del padre; en ti mancillan a la mujer que está impura por su menstruación.
En ti está el hombre que comete abominación con la mujer de su prójimo, el que contamina pervertidamente a su nuera y el que mancilla a su hermana, hija de su padre.
En ti reciben soborno para derramar sangre. Cobras usura e intereses, y te aprovechas de tu prójimo con extorsión. Te has olvidado de mÃ', dice el Señor Jehovah.
"'He aquà que golpeo con mi mano a causa de las ganancias deshonestas que has conseguido, y a causa de la sangre que hay en medio de ti.
Fui profanado en ti a vista de las naciones. Y sabrás que yo soy Jehovah.'"
Entonces vino a mà la palabra de Jehovah, diciendo:
"Oh hijo de hombre, para mà la casa de Israel se ha convertido en escoria. Todos ellos--plata, cobre, estaño, hierro y plomo-- se han convertido en escoria en medio del horno.
Entonces vino a mà la palabra de Jehovah, diciendo:
"Oh hijo de hombre, di a ella: 'Tú eres una tierra no purificada, que no ha sido rociada con lluvia en el dÃa de la ira.'
Porque en medio de ella hay una conspiración de sus profetas; son como un león rugiente que arrebata la presa. Devoran a la gente, se apoderan del patrimonio y de las cosas preciosas, y multiplican sus viudas en medio de ellos.
"Sus sacerdotes violan mi ley y profanan mis cosas sagradas. No hacen diferencia entre lo santo y lo profano, ni enseñan a distinguir entre lo impuro y lo puro. Con respecto a mis sábados esconden sus ojos, y he sido profanado en medio de ellos.
"Sus magistrados en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa para derramar sangre y destruir las vidas, a fin de conseguir ganancias deshonestas.
"Sus profetas les han recubierto con cal. Ven vanidad y les adivinan mentira, diciendo: 'Asà ha dicho el Señor Jehovah', pero Jehovah no ha hablado.
"Y el pueblo de la tierra ha practicado la opresión y ha cometido robo. Abusan del pobre y del necesitado, y oprimen sin derecho al extranjero.