Hacia ella vienen los pastores con sus rebaños. Alrededor de ella ponen sus tiendas; cada cual apacienta en su lugar."
¡Haced guerra santa contra ella! ¡Levantaos y subamos a mediodÃa! ¡Ay de nosotros, porque el dÃa va declinando, y se extienden las sombras del anochecer!
¡Levantaos, subamos de noche y destruyamos sus palacios!
Como la cisterna preserva frescas sus aguas, asà ella preserva fresca su maldad. En ella se oye hablar de violencia y destrucción; continuamente hay enfermedad y heridas en mi presencia.
Por tanto, estoy lleno de la ira de Jehovah; cansado estoy de contenerme. "¡Derrámala sobre el niño en la calle, y sobre el cÃrculo de los jóvenes! Porque tanto el marido como la mujer serán apresados, y el anciano con el lleno de dÃas.
pues desde el menor hasta el mayor de ellos, cada uno persigue las ganancias deshonestas. Desde el profeta hasta el sacerdote, todos obran con engaño
y curan con superficialidad el quebranto de mi pueblo, diciendo: 'Paz, paz.' ¡Pero no hay paz!
"¿Acaso se han avergonzado de haber hecho abominación? ¡Ciertamente no se han avergonzado, ni han sabido humillarse! Por tanto, caerán entre los que caigan; en el tiempo en que yo los castigue, tropezarán", ha dicho Jehovah.
Por tanto, oÃd, oh naciones; y conoce, oh congregación, lo que les sucederá.
Escucha, oh tierra: He aquÃ, yo traigo sobre este pueblo el mal, el fruto de sus pensamientos. Porque no atendieron a mis palabras; y en cuanto a mi ley, la han desechado.
Por tanto, asà ha dicho Jehovah, he aquà que yo pongo tropiezos a este pueblo, y caerán en ellos los padres junto con los hijos; el vecino y su prójimo perecerán."
Asà ha dicho Jehovah: "He aquà que viene un pueblo de la tierra del norte; una gran nación se despertará en los confines de la tierra.
Empuñan el arco y la lanza. Son crueles; no tienen misericordia. Su estruendo resuena como el mar. Montan sobre caballos, y como un solo hombre se disponen para la batalla contra ti, oh hija de Sion."
OÃmos de su fama, y nuestras manos se debilitaron. La angustia se apoderó de nosotros, dolor como de mujer que da a luz.
No salgas al campo, ni vayas por el camino; porque la espada del enemigo y el terror están por todas partes.