Subid, caballos; corred, carros, como locos; salid, valientes, los de EtiopÃa y los de Libia que toman escudo, y los de Lidia que toman y entesan el arco.
Hizo tropezar a muchos; sÃ, cada uno cayó sobre su compañero. Y dijeron: 'Levántate, y volvamos a nuestro pueblo; volvamos a la tierra de nuestro nacimiento, por causa de la espada opresora.'
Allà gritaron: '¡El faraón, rey de Egipto, es sólo ruido! ¡Dejó pasar la oportunidad!'
Prepara tu equipaje para la cautividad, oh moradora hija de Egipto, porque Menfis será convertida en ruinas; será devastada hasta no quedar habitantes.
Una vaquilla hermosÃsima es Egipto, pero del norte ciertamente vendrá el moscardón.
"Pero tú no temas, oh siervo mÃo Jacob, ni desmayes, oh Israel. Porque he aquÃ, yo soy el que te salva desde lejos; y a tu descendencia, de la tierra de su cautividad. Jacob volverá y estará tranquilo; estará confiado, y no habrá quien lo atemorice.