No dijeron: '¿Dónde está Jehovah, que nos hizo subir de la tierra de Egipto y nos condujo por el desierto, por una tierra árida y de hoyos, por una tierra reseca y de densa oscuridad, por una tierra por la cual ningún hombre ha pasado, ni habitó allà hombre alguno?'
Los sacerdotes no dijeron: '¿Dónde está Jehovah?' Los que se ocupaban de la ley no me conocieron. Los pastores se rebelaron contra mÃ, y los profetas profetizaron en nombre de Baal y anduvieron tras lo que no aprovecha.
Pasad a las costas de Quitim y observad. Enviad a Quedar y considerad cuidadosamente. Ved si acaso se ha hecho algo semejante a esto.
¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, a pesar de que ellos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha.
"¡Espantaos, oh cielos, y horrorizaos por esto! Temblad en gran manera, dice Jehovah.
Porque dos males ha hecho mi pueblo: Me han abandonado a mÃ, que soy fuente de aguas vivas, y han cavado para sà cisternas, cisternas rotas que no retienen el agua.
El Señor Jehovah dice: "Aunque te laves con lejÃa y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá delante de mÃ.
¿Cómo puedes decir: 'No estoy contaminada; nunca anduve tras los Baales'? Mira tu proceder en el valle; reconoce lo que has hecho, oh camellita liviana que entrecruza sus caminos.
¡Evita que tus pies anden descalzos y que tu garganta tenga sed! Pero dijiste: '¡No, es inútil! Porque amo a los extraños, y tras ellos he de ir.'
"Como el ladrón se avergüenza cuando es sorprendido, asà se avergonzarán los de la casa de Israel--ellos, sus reyes, sus magistrados, sus sacerdotes y sus profetas--,
los que dicen a un árbol: 'Tú eres mi padre', y a una piedra: 'Tú me has dado a luz.' "Ciertamente me han dado las espaldas y no la cara, pero en el tiempo de su angustia dicen: '¡Levántate y lÃbranos!'
Pero, ¿dónde están tus dioses que te hiciste? ¡Que se levanten, si te han de librar en el tiempo de tu desgracia! Porque según el número de tus ciudades, oh Judá, han sido tus dioses.