Entonces vino a mà la palabra de Jehovah, diciendo:
"No tomarás mujer para ti; no tendrás hijos ni hijas en este lugar.
Porque asà ha dicho Jehovah acerca de los hijos y de las hijas que nazcan en este lugar, y acerca de las madres que los den a luz y de los padres que los engendren en esta tierra:
Morirán de dolorosas enfermedades; no serán llorados ni sepultados. Serán convertidos en abono sobre la superficie de la tierra. Con espada y con hambre serán exterminados, y sus cadáveres servirán de comida a las aves del cielo y a los animales de la tierra."
Asà ha dicho Jehovah: "No entres en la casa donde haya duelo, ni acudas a lamentar, ni les expreses tu condolencia; porque he quitado de este pueblo mi paz, y asimismo la compasión y la misericordia, dice Jehovah.
Morirán en esta tierra grandes y pequeños. No serán sepultados, ni los llorarán. No se sajarán por ellos, ni se raparán la cabeza.
No partirán pan de duelo para consolarles por sus muertos, ni les darán a beber de la copa de consolación por su padre o por su madre.
"Asimismo, no entres en casa de banquete, para sentarte con ellos para comer o beber.
Entonces les dirás: 'Jehovah dice: Porque vuestros padres me abandonaron, se fueron en pos de otros dioses y les rindieron culto; porque se postraron ante ellos, mientras que a mà me abandonaron y no guardaron mi ley.
"Por tanto, dice Jehovah, he aquà vienen dÃas en que no se dirá más: '¡Vive Jehovah, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto!',
Oh Jehovah, fuerza mÃa y fortaleza mÃa, mi refugio en el tiempo de la aflicción: A ti vendrán las naciones desde los extremos de la tierra y dirán: "Ciertamente nuestros padres heredaron mentira, vanidad en la que no hay provecho.