OÃd la palabra que ha hablado Jehovah acerca de vosotros, oh casa de Israel.
Asà ha dicho Jehovah: "No aprendáis el camino de las naciones, ni tengáis temor de las señales del cielo, aunque las naciones las teman.
Porque las costumbres de los pueblos son vanidad: Cortan un árbol del bosque, y las manos del escultor lo labran con la azuela.
Lo adornan con plata y oro; lo afirman con clavos y martillo para que no se tambalee.
Son como un espantapájaros en un huerto de pepinos. No hablan; son llevados, porque no pueden dar un paso. No tengáis temor de ellos, porque no pueden hacer daño ni tampoco tienen poder para hacer bien."
¡No hay nadie semejante a ti, oh Jehovah! Tú eres grande; grande es tu nombre en poder.
Son torpes e insensatos a la vez. El mismo Ãdolo de madera es una lección de vanidades:
Traen plata laminada de Tarsis y oro de Ufaz, los cuales son trabajados por el platero y por las manos del fundidor. Sus vestiduras son de material azul y de púrpura; todas son obra de expertos.
Todo hombre se embrutece por falta de conocimiento. Todo platero es avergonzado a causa de su Ãdolo. Porque sus Ãdolos de fundición son un engaño, y no hay espÃritu en ellos.
Son vanidad, obra ridÃcula; en el tiempo de su castigo perecerán.
Mi tienda es destruida, y todas mis cuerdas han sido rotas. Mis hijos se me han ido, y ya no están. Ya no hay nadie que extienda mi morada, ni quien levante mi tienda.
Porque los pastores se han embrutecido y no han buscado a Jehovah. Por eso no prosperaron, y todo su rebaño se ha dispersado.
He aquà que viene un rumor, y gran alboroto de la tierra del norte, para convertir en desolación y en guarida de chacales todas las ciudades de Judá.
Reconozco, oh Jehovah, que el hombre no es señor de su camino, ni el hombre que camina es capaz de afirmar sus pasos.
CorrÃgeme, oh Jehovah, pero con tu juicio; no con tu furor, para que no me empequeñezcas.
Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen y sobre las familias que no invocan tu nombre. Porque han devorado a Jacob; lo han devorado y consumido, y han desolado su morada.