Jehovah y los instrumentos de su ira vienen de una tierra lejana, del extremo de los cielos, para destruir toda la tierra.
Lamentad, porque cercano está el dÃa de Jehovah; vendrá como destrucción de parte del Todopoderoso.
Por tanto, todas las manos se debilitarán, y todo corazón humano desfallecerá.
Se llenarán de terror; convulsiones y dolores se apoderarán de ellos. Tendrán dolores como de mujer que da a luz. Cada cual mirará con asombro a su compañero; sus caras son como llamaradas.
He aquà que viene el dÃa de Jehovah, implacable, lleno de indignación y de ardiente ira, para convertir la tierra en desolación y para destruir en ella a sus pecadores.
Porque las estrellas de los cielos y sus constelaciones no irradiarán su luz. El sol se oscurecerá al salir, y la luna no dará su luz.
"Como gacela acosada y como rebaño que no tiene quien lo junte, cada cual mirará hacia su propio pueblo, y cada cual huirá a su propio paÃs.
Todo el que sea hallado será atravesado, y todo el que sea tomado caerá a espada.
Sus niños serán estrellados ante sus ojos; sus casas serán saqueadas, y sus mujeres violadas.
"He aquà que yo incito contra ellos a los medos, que no estiman la plata ni desean el oro.
Sus arcos desbaratarán a los jóvenes; no tendrán misericordia del fruto del vientre, ni sus ojos tendrán lástima de los hijos.
Y Babilonia, el más hermoso de los reinos, la gloria y el orgullo de los caldeos, será como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra.
Nunca más será habitada, ni será poblada de generación en generación. El árabe no pondrá allà su tienda, ni los pastores harán recostar allà sus rebaños.
Pero allà se recostarán las fieras del desierto, y sus casas se llenarán de búhos. Allà habitarán las avestruces, y allà danzarán los chivos salvajes.
En sus palacios aullarán las hienas, y los chacales en las lujosas mansiones. Su tiempo está cercano para llegar, y sus dÃas no se prolongarán."