No difames al siervo ante su señor; no sea que te maldiga, y seas hallado culpable.
Hay generación que maldice a su padre y no bendice a su madre.
Hay generación limpia en su propia opinión, a pesar de que no ha sido lavada de su inmundicia.
Hay generación cuyos ojos son altivos y cuya vista es altanera.
Hay generación cuyos dientes son espadas y cuyas mandÃbulas son cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra y a los necesitados de entre los hombres.
Al ojo que se burla de su padre y menosprecia el obedecer a su madre, sáquenlo los cuervos de la quebrada, y tráguenlo los polluelos del águila.
Tres cosas me son misteriosas, y tampoco comprendo la cuarta:
el rastro del águila en el aire, el rastro de la serpiente sobre la peña, el rastro del barco en el corazón del mar y el rastro del hombre en la joven.
La mujer adúltera procede asÃ: Come, limpia su boca y dice: "No he hecho ninguna iniquidad."
Por tres cosas tiembla la tierra, y la cuarta no puede soportar:
por el esclavo, cuando llega a ser rey; por el vil, cuando se sacia de pan;
por la mujer aborrecida, cuando se casa; y por una criada que hereda a su señora.
Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, y las mismas son más sabias que los sabios:
las hormigas, pueblo no fuerte, pero en el verano preparan su comida;
los conejos, pueblo no poderoso, pero tienen su casa en la roca;
las langostas, que no tienen rey, pero salen por cuadrillas;
y la lagartija, que atrapas con las manos, pero está en los palacios del rey.
Hay tres cosas de paso gallardo; y la cuarta camina muy bien:
el león, fuerte entre todos los animales, que no vuelve atrás por nada;
el gallo erguido, el macho cabrÃo; y el rey, a quien nadie resiste.
Si neciamente te has enaltecido y has pensado el mal, pon tu mano sobre tu boca:
Ciertamente el que bate la leche sacará mantequilla; el que con fuerza se suena la nariz sacará sangre, y el que provoca la ira causará contienda.