Porque si rehúsas dejarlos ir y los sigues deteniendo,
he aquà la mano de Jehovah traerá una terrible peste sobre tu ganado que está en el campo: caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas.
Pero Jehovah hará distinción entre el ganado de Israel y el de Egipto, de modo que no muera nada de todo lo que pertenece a los hijos de Israel."
--Jehovah fijó un plazo diciendo--: Mañana Jehovah hará esto en el paÃs.
Al dÃa siguiente Jehovah hizo esto, y murió todo el ganado de Egipto. Pero del ganado de los hijos de Israel no murió ni un solo animal.
El faraón envió observadores, y he aquà que del ganado de los hijos de Israel no habÃa muerto ni un solo animal. Pero el corazón del faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo.
Éste se convertirá en polvo sobre toda la tierra de Egipto, y ocasionará sarpullido que producirá úlceras, tanto en los hombres como en los animales, en toda la tierra de Egipto.
Ordena, pues, que recojan tu ganado y todo lo que tienes en el campo, en un lugar seguro; porque el granizo caerá sobre todo hombre o animal que se halle en el campo y que no haya sido recogido en casa, y morirá."
De los servidores del faraón, el que temió la palabra de Jehovah hizo que sus criados y su ganado huyeran a casa.
Pero los que no tomaron en serio la palabra de Jehovah dejaron a sus criados y sus ganados en el campo.