Al ver esto, Aarón edificó un altar delante del becerro y pregonó diciendo: --¡Mañana habrá fiesta para Jehovah!
Al dÃa siguiente madrugaron, ofrecieron holocaustos y trajeron sacrificios de paz. Luego el pueblo se sentó a comer y a beber, y se levantó para divertirse.
Y tomó el becerro que habÃan hecho y lo quemó en el fuego. Luego lo molió hasta reducirlo a polvo, lo esparció sobre el agua, y lo hizo beber a los hijos de Israel.