Entonces se le apareció el ángel de Jehovah en una llama de fuego en medio de una zarza. Él observó y vio que la zarza ardÃa en el fuego, pero la zarza no se consumÃa.
Y le dijo Jehovah: --Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oÃdo su clamor a causa de sus opresores, pues he conocido sus sufrimientos.
Yo he descendido para librarlos de la mano de los egipcios y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y amplia, una tierra que fluye leche y miel, al lugar de los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos.
Ve, reúne a los ancianos de Israel y diles: "Jehovah, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: 'De cierto yo os he visitado y he visto lo que se os ha hecho en Egipto.