Cierto hombre de la tribu de Levà tomó por esposa a una mujer levita.
Esta concibió y dio a luz un niño; y al ver que era hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses.
No pudiendo ocultarlo más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la recubrió con asfalto y brea. Colocó en ella al niño y lo puso entre los juncos a la orilla del Nilo.
Su hermana se mantuvo a distancia para ver lo que le acontecerÃa.
Entonces la hija del faraón descendió al Nilo para bañarse. Y mientras sus doncellas se paseaban por la ribera del Nilo, ella vio la arquilla entre los juncos y envió a una sierva suya para que la tomase.