Me esperaban como a la lluvia, y abrÃan su boca como a la lluvia tardÃa.
Cuando me reÃa con ellos, ¡no lo creÃan! No dejaban decaer la luz de mi rostro.
Yo escogÃa el camino para ellos, y me sentaba como su jefe. Yo vivÃa como un rey que está en medio de sus tropas, como el que consuela a los que están de duelo.