But now thus saith the LORD that created thee, O Jacob, and he that formed thee, O Israel, Fear not: for I have redeemed thee, I have called thee by thy name; thou art mine.
Entonces dijo al rey: "¡Era verdad lo que habÃa oÃdo en mi tierra de tus cosas y de tu sabidurÃa!
Yo no creÃa sus palabras, hasta que vine, y mis ojos lo han visto. Y he aquà que no se me habÃa contado ni la mitad de la grandeza de tu sabidurÃa. Tú superas la fama que yo habÃa oÃdo.
¡Dichosos tus hombres, y dichosos estos servidores tuyos que continuamente están de pie delante de ti y escuchan tu sabidurÃa!
¡Bendito sea Jehovah tu Dios, que se agradó de ti para ponerte en su trono como rey para Jehovah tu Dios! Porque tu Dios ama a Israel para hacerlo firme para siempre, te ha constituido como su rey, a fin de que practiques el derecho y la justicia."
Entonces ella dio al rey 120 talentos de oro, una gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca hubo especias aromáticas como las que la reina de Saba dio al rey Salomón.
Y el rey hizo con la madera de sándalo graderÃas para la casa de Jehovah y para la casa del rey, además de arpas y liras para los músicos. Nunca antes en la tierra de Judá se habÃan visto cosas semejantes.
El rey Salomón dio a la reina de Saba todo lo que ella quiso pedirle, más de lo que ella habÃa llevado al rey. Entonces ella se volvió y regresó a su tierra, con sus servidores.
El peso del oro que le venÃa a Salomón cada año era de 666 talentos de oro,
El trono tenÃa seis gradas y un estrado recubierto de oro fijado al trono. A ambos lados, junto al asiento, tenÃa soportes para los brazos, y junto a los brazos habÃa dos leones de pie.
Todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, y toda la vajilla de la Casa del Bosque del LÃbano era de oro fino. En los dÃas de Salomón la plata no era estimada para nada.
Porque los barcos del rey iban a Tarsis con los siervos de Hiram; y una vez cada tres años venÃan los barcos de Tarsis trayendo oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
El rey Salomón superaba a todos los reyes de la tierra en riqueza y en sabidurÃa.
Y todos los reyes de la tierra procuraban estar en la presencia de Salomón para oÃr la sabidurÃa que Dios habÃa puesto en su corazón.
Año tras año cada uno de ellos le llevaba su presente: objetos de plata, objetos de oro, vestiduras, armas, perfumes, caballos y mulos.
Los demás hechos de Salomón, los primeros y los últimos, ¿no están escritos en las palabras del profeta Natán, en la profecÃa de AjÃas de Silo y en las visiones del vidente Ido acerca de Jeroboam hijo de Nabat?