Los demás hechos de Joacim, las abominaciones que hizo y lo que se halló en su contra, he aquà que están escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá. Y su hijo JoaquÃn reinó en su lugar.
Él hizo lo malo ante los ojos de Jehovah, su Dios, y no se humilló delante del profeta JeremÃas que le hablaba por mandato de Jehovah.
Asimismo, se rebeló contra el rey Nabucodonosor, quien le habÃa hecho jurar por Dios. Endureció su cerviz y obstinó su corazón para no volver a Jehovah Dios de Israel.
Jehovah, Dios de sus padres, les envió sus mensajeros persistentemente, porque tenÃa misericordia de su pueblo y de su morada.
Pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y hacÃan escarnio de sus profetas, hasta que la ira de Jehovah estalló contra su pueblo, y ya no hubo remedio.
Asimismo, todos los utensilios de la casa de Dios, grandes y pequeños, los tesoros de la casa de Jehovah y los tesoros del rey y de sus magistrados, todo lo llevó a Babilonia.
A los sobrevivientes de la espada, los llevó cautivos a Babilonia, y fueron hechos esclavos del rey y de sus hijos hasta el establecimiento del reino de Persia,
para que se cumpliese la palabra de Jehovah por boca de JeremÃas, hasta que la tierra hubiera disfrutado de su reposo. Todo el tiempo de su desolación reposó, hasta que se cumplieron los setenta años.
En el primer año de Ciro, rey de Persia, y para que se cumpliese la palabra de Jehovah por boca de JeremÃas, Jehovah despertó el espÃritu de Ciro, rey de Persia, quien hizo pregonar por todo su reino, oralmente y por escrito, diciendo: