EzequÃas se animó y reconstruyó toda la muralla que tenÃa brechas, y sobre ella levantó torres y edificó por fuera otra muralla. Fortificó el Milo en la Ciudad de David, e hizo muchas lanzas y muchos escudos.
¿Cuál de todos los dioses de aquellas naciones que mis padres destruyeron por completo pudo salvar a su pueblo de mi mano, para que vuestro dios pueda libraros de mi mano?
Ahora pues, ¡no os engañe EzequÃas, ni os haga errar de esta manera! ¡No le creáis! Porque ningún dios de ninguna nación ni reino ha podido librar a su pueblo de mi mano ni de la mano de mis padres. ¡Cuánto menos vuestro dios os podrá librar de mi mano!"
Estas y otras cosas hablaron sus servidores contra Jehovah Dios y contra su siervo EzequÃas.
Entonces el rey EzequÃas y el profeta IsaÃas hijo de Amoz oraron acerca de esto y clamaron a los cielos.
Y Jehovah envió un ángel, el cual hirió a todos los guerreros esforzados, a los oficiales y a los jefes en el campamento del rey de Asiria. Senaquerib se volvió a su tierra con el rostro avergonzado. Y cuando entró en el templo de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron allà a espada.
EzequÃas tuvo muchÃsimas riquezas y gloria. Adquirió tesoros de plata y oro, piedras preciosas, especias aromáticas, escudos y toda clase de objetos valiosos.
Los demás hechos de EzequÃas y sus obras piadosas, he aquà que están escritos en la visión del profeta IsaÃas hijo de Amoz y en el libro de los reyes de Judá y de Israel.