Entonces reunió a los sacerdotes y a los levitas, y les dijo: --Recorred las ciudades de Judá y reunid de todo Israel el dinero para reparar de año en año la casa de vuestro Dios. Poned diligencia en este asunto. Pero los levitas no pusieron diligencia.
Entonces se regocijaron todos los jefes y todo el pueblo, y traÃan sus contribuciones y las echaban en el cofre, hasta llenarlo.
Y sucedÃa que cuando llegaba el tiempo para llevar el cofre al oficial del rey por medio de los levitas, y cuando veÃan que habÃa mucho dinero, el escriba del rey y el oficial del sumo sacerdote iban y vaciaban el cofre, y lo tomaban y lo volvÃan a poner en su lugar. Asà lo hacÃan a diario, y recogÃan mucho dinero.
Luego el rey y Joyada lo entregaban a los que hacÃan la obra de reparación de la casa de Jehovah. Asà contrataban canteros y carpinteros para que restauraran la casa de Jehovah; igualmente trabajadores en hierro y en bronce, para que reparasen la casa de Jehovah.
Los obreros trabajaban, y la obra de restauración progresó en sus manos. Restauraron la casa de Dios a su primer estado y la reforzaron.