Entonces Roboam fue a Siquem, porque todo Israel habÃa ido a Siquem para proclamarle rey.
Y sucedió que cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat (quien estaba en Egipto, adonde habÃa huido a causa del rey Salomón), Jeroboam volvió de Egipto.
Entonces mandaron a llamarle, y Jeroboam vino con todo Israel, y hablaron a Roboam diciendo:
--Tu padre agravó nuestro yugo; pero ahora, alivia tú el duro trabajo y el pesado yugo que tu padre puso sobre nosotros, y te serviremos.
Él les dijo: --Volved a mà dentro de tres dÃas. El pueblo se fue.
Entonces el rey Roboam consultó a los ancianos que habÃan servido a su padre Salomón, cuando aún vivÃa, y les preguntó: --¿Cómo aconsejáis vosotros que yo responda a este pueblo?
Y ellos le respondieron diciendo: --Si tratas bien a este pueblo, y les aceptas y les hablas buenas palabras, ellos serán tus siervos para siempre.
El rey no hizo caso del pueblo, porque esto estaba dispuesto de parte de Dios, para que Jehovah cumpliera la palabra que habÃa hablado a Jeroboam hijo de Nabat, por medio de AjÃas de Silo.