Brethren, I count not myself to have apprehended: but this one thing I do, forgetting those things which are behind, and reaching forth unto those things which are before,
Entonces Eliseo dijo: --OÃd la palabra de Jehovah: Asà ha dicho Jehovah: "Mañana a estas horas, en la puerta de Samaria, se venderá una medida de harina refinada por un siclo, y dos medidas de cebada por un siclo."
Al anochecer se levantaron para ir al campamento de los sirios. Y cuando llegaron a un extremo del campamento de los sirios, he aquà que no habÃa nadie allÃ.
Asà que se habÃan levantado y huido al anochecer dejando sus tiendas, sus caballos, sus asnos y el campamento intacto. Y habÃan huido para salvar sus vidas.
Luego se dijeron unos a otros: --No estamos haciendo bien. Hoy es dÃa de buenas nuevas, y nosotros estamos callados. Si esperamos hasta la luz de la mañana, nos alcanzará la maldad. Ahora pues, vayamos, entremos y demos la noticia a la casa del rey.
Entonces fueron y dieron voces a los porteros de la ciudad, y les informaron diciendo: --Fuimos al campamento de los sirios, y he aquà que no habÃa nadie, ni la voz de nadie, sino sólo caballos y asnos atados; y las tiendas estaban intactas.
Los porteros lo proclamaron y lo anunciaron dentro de la casa del rey.
Entonces intervino uno de sus servidores y dijo: --Que se tomen cinco de los caballos que han quedado en la ciudad (a los que quedan les sucederá como a toda la multitud de Israel que ha quedado en ella; les sucederá como a toda la multitud de Israel que ya ha perecido), y mandemos a ver.
Fueron tras ellos hasta el Jordán, y he aquà que todo el camino estaba lleno de prendas de vestir y equipo que los sirios habÃan arrojado en su apresuramiento. Los mensajeros volvieron e informaron al rey.
Entonces el pueblo salió y saqueó el campamento de los sirios. Y sucedió que se vendÃa una medida de harina refinada por un siclo, y dos medidas de cebada por un siclo, conforme a la palabra de Jehovah.
Sucedió, pues, tal como el hombre de Dios habÃa hablado al rey, diciendo: "Mañana a estas horas, en la puerta de Samaria, se venderán dos medidas de cebada por un siclo y una medida de harina refinada por un siclo."
Aquel comandante habÃa respondido al hombre de Dios y habÃa dicho: "He aquÃ, aun cuando Jehovah hiciese ventanas en los cielos, ¿serÃa esto posible?" Y Eliseo le habÃa dicho: "¡He aquà que tú lo verás con tus ojos, pero no comerás de ello!"
Y asà le ocurrió, porque el pueblo lo atropelló junto a la puerta, y murió.