Él hizo lo recto ante los ojos de Jehovah, y anduvo en todo el camino de su padre David, sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda.
Sucedió que en el año 18 del rey JosÃas el rey envió a Safán hijo de AzalÃas, hijo del escriba Mesulam, a la casa de Jehovah, diciendo:
--Ve al sumo sacerdote HilquÃas y dile que vacÃe el dinero que ha sido traÃdo a la casa de Jehovah y que los guardias de la puerta han recogido del pueblo.
Que lo entreguen en manos de los que hacen la obra, los que están encargados de la casa de Jehovah, para que lo entreguen a los que hacen la obra en la casa de Jehovah, con el propósito de reparar las grietas de la casa
(es decir, a los carpinteros, a los constructores y a los albañiles), a fin de comprar madera y piedra labrada para reparar la casa.
Pero que no se les pida cuenta del dinero cuyo manejo se les confÃa, porque ellos proceden con fidelidad.
Entonces el escriba Safán fue al rey y le dio informes diciendo: --Tus siervos han vaciado el dinero que se halló en el templo, y lo han entregado en manos de los que hacen la obra, los que están encargados de la casa de Jehovah.
--Asimismo, el escriba Safán declaró al rey diciendo--: El sacerdote HilquÃas me ha dado un libro. Y Safán lo leyó en presencia del rey.
Y sucedió que cuando el rey escuchó las palabras del libro de la Ley, rasgó sus vestiduras.
Luego el rey mandó al sacerdote HilquÃas, a Ajicam hijo de Safán, a Acbor hijo de MicaÃas, al escriba Safán y a AsaÃas, el siervo del rey, diciendo:
--Id y consultad a Jehovah por mÃ, por el pueblo y por todo Judá, respecto a las palabras del libro que ha sido hallado. Porque grande es la ira de Jehovah que se ha encendido contra nosotros, por cuanto nuestros padres no han obedecido los mandamientos de este libro de hacer conforme a todo lo que ha sido escrito acerca de nosotros.
Porque me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses, provocándome a ira con todas las obras de sus manos. Por eso se ha encendido mi ira contra este lugar, y no será apagada.'"