Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
En el año 23 de Joás hijo de OcozÃas, rey de Judá, comenzó a reinar Joacaz hijo de Jehú sobre Israel en Samaria, y reinó 17 años.
Él hizo lo malo ante los ojos de Jehovah y siguió tras los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, quien hizo pecar a Israel; no se apartó de ellos.
Por eso se encendió el furor de Jehovah contra Israel, y los entregó en mano de Hazael, rey de Siria, y en mano de Ben-hadad hijo de Hazael, por mucho tiempo.
Pero Joacaz imploró el favor de Jehovah, y Jehovah le escuchó, porque vio la opresión de Israel, pues el rey de Siria los oprimÃa.
Entonces Jehovah dio un libertador a Israel, y salieron del dominio de los sirios. Asà habitaron los hijos de Israel en sus moradas, como antes.
No le habÃa quedado gente a Joacaz, salvo 50 jinetes, 10 carros y 10.000 hombres de infanterÃa. Porque el rey de Siria los habÃa destruido y los habÃa dejado como polvo de la trilla.
Los demás hechos de Joacaz, todas las cosas que hizo y su poderÃo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
Joacaz reposó con sus padres, y lo sepultaron en Samaria. Y su hijo Joás reinó en su lugar.
En el año 37 de Joás, rey de Judá, comenzó a reinar Joás hijo de Joacaz sobre Israel en Samaria, y reinó 16 años.
Él hizo lo malo ante los ojos de Jehovah. No se apartó de todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, quien hizo pecar a Israel, sino que anduvo en ellos.
Los demás hechos de Joás, todas las cosas que hizo y el poderÃo con que luchó contra AmasÃas, rey de Judá, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
Joás reposó con sus padres, y Jeroboam se sentó en su trono. Y Joás fue sepultado en Samaria, con los reyes de Israel.
Hazael, rey de Siria, oprimió a los israelitas todos los dÃas de Joacaz.
Pero Jehovah fue generoso con ellos y les mostró misericordia. Se volvió hacia ellos a causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos ni echarlos de su presencia hasta ahora.