Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehovah, todo el tiempo en que le instruyó el sacerdote Joyada.
Sin embargo, los lugares altos no fueron quitados, y el pueblo aún ofrecÃa sacrificios y quemaba incienso en los lugares altos.
Entonces Joás dijo a los sacerdotes: --Todo el dinero de las cosas consagradas que se trae a la casa de Jehovah, tanto el dinero estipulado a cada hombre (el dinero del rescate de las personas) como todo el dinero que cada uno traiga voluntariamente a la casa de Jehovah,
Y sucedÃa que cuando veÃan que habÃa mucho dinero en el cofre, el escriba del rey y el sumo sacerdote iban y contaban el dinero que se hallaba en la casa de Jehovah, y lo guardaban en bolsas.
21
Entregaban el dinero contado en manos de los que hacÃan la obra, los que estaban encargados de la casa de Jehovah; y ellos lo gastaban en pagar a los carpinteros y a los constructores que reparaban la casa de Jehovah,
a los albañiles y a los canteros, y para la compra de madera y piedra labrada, a fin de reparar las grietas de la casa de Jehovah, y para todo lo que se gastaba en la reparación del templo.
Pero con el dinero que se llevaba a la casa de Jehovah no hacÃan tazas de plata, ni despabiladeras, ni tazones, ni trompetas, ni ningún otro objeto de oro ni de plata para la casa de Jehovah,
Tampoco se pedÃan cuentas a los hombres en cuyas manos era entregado el dinero para darlo a los que hacÃan la obra, pues ellos actuaban con honestidad.
El dinero del sacrificio por la culpa y el dinero del sacrificio por el pecado no era traÃdo a la casa de Jehovah, porque era para los sacerdotes.
Los demás hechos de Joás y todas las cosas que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?
Sus servidores se levantaron, hicieron una conspiración y mataron a Joás en Bet-milo, en el camino que desciende a Sila.
Sus servidores Josacar hijo de Simeat y Jozabad hijo de Somer lo hirieron, y murió. Luego lo sepultaron con sus padres en la Ciudad de David. Y su hijo AmasÃas reinó en su lugar.