Pareció bien al Señor que Salomón pidiese esto.
Y Dios le dijo: --Porque has pedido esto, y no has pedido para ti muchos años, ni has pedido para ti riquezas, ni has pedido la vida de tus enemigos, sino que has pedido para ti discernimiento para administrar justicia,
Entonces se levantó a medianoche, y estando yo, tu sierva, dormida, ella tomó a mi hijo de mi lado, y lo puso en su seno; y puso a su hijo muerto en mi seno.
Entonces dijo la otra mujer: --¡No! Sino que mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: --¡No! Sino que tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Asà hablaban delante del rey.
Entonces el rey dijo: --Esta dice: "Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto"; y la otra dice: "¡No! Sino que tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive."
--Y el rey añadió--: ¡Traedme una espada! Trajeron la espada ante el rey,
y enseguida dijo el rey: --¡Partid al niño vivo en dos, y dad la mitad a la una y la otra mitad a la otra!